Ya sea en tu boda, un aniversario, el primer cumpleaños de tu bebé o simplemente porque nació la oportunidad, tu primera vez ante un fotógrafo profesional puede resultar intimidante. Te sientes fuera de lugar, incómodo y avergonzado y, por supuesto, todas esas emociones se ven reflejadas tus fotos. Puede que seas tímido o simplemente estás descolocado pero, para mucha gente, la presión de ponerse frente a una cámara es simplemente abrumadora.
En mis años de fotógrafa lo he visto una y otra vez: expresiones aturdidas, manos crispadas, hombros encogidos, sonrisas falsas e incluso lágrimas. No todos nacemos con carisma natural ni mucho menos con dotes actorales para fingir lo que no sentimos. Por eso, tras años de trabajar detrás de la lente, te quiero regalar estos sencillos consejos sobre como superar los nervios y ser tu mismo al momento de congelar los momentos más importantes de tu vida.
Lo más importante: ten una actitud positiva.
Tus fotos son una muestra de amor para ti y para los tuyos. ¿Lo habías pensado? Esa fotografía que tanto valoras de los familiares que ya no están o de tus niños en sus primeros años fueron hechas con un solo propósito, conservar un momento fugaz en el tiempo. No digo esto para crear más presión, sino para mostrarte la otra cara de la moneda. La gente que más te ama va a atesorar el recuerdo de ti. Dentro de 30 años, cuando miren tus fotos, nadie pensará en esa arruga en tu camisa, ni en las imperfecciones de la piel, pensarán en la vida y la relación que desarrollaron contigo.
Lo que hará más especial esta experiencia es que sea un momento increíble entre tú y tus seres queridos. A mí personalmente, como fotógrafa, me gusta capturar las sonrisas honestas, las risas despreocupadas, los abrazos apachurrados y las miradas felices. Nada de eso es posado. Por eso es necesario que exista confianza entre tú y tu fotógrafo. Busca a un profesional que te brinde la confianza para capturar las emociones que ya existen en tu familia.
La mejor manera de tener unas fotos increíbles, es crear entre la familia o la pareja un ambiente relajado y juguetón desde unos días antes de la sesión. Evita las peleas y los problemas, pasen tiempo juntos y creen expectativa sobre las fotografías.
Habla con tus hijos.
O tu pareja, o contigo mismo. Todos los que participen en la sesión deben saber qué va a pasar y cuánto va a durar. En mis años haciendo fotos de familias, he visto muchísimas veces que el padre de familia se muestra apático y desanimado, que los niños van obligados. Muchas personas consideran las fotografías familiares como un evento aburrido y obligatorio. Yo propongo algo diferente.
Al evitar las fotos acartonadas e incómodas, tu fotógrafo ayudará a generar un ambiente relajado y amable, donde pueden ser ellos mismos, pero tú eres una parte primordial. Explícale a tus hijos la razón por la cuál es importante para la familia el tener recuerdos juntos. Si es posible, planifica una salida especial para después (pueden ir a comer a su lugar favorito, o comprar ese postre que tanto les gusta), así verán que la sesión es solo una pequeña parte de un día especial para todos.
Explícale a tus hijos que tener fotos juntos es un regalo de amor entre la familia. Pídele a tu pareja que participe con buen ánimo como un detalle especial para los dos.
Let it be!
Muchas veces quisiéramos que nuestra familia fuera perfecta. Que los niños no lloraran en el peor momento, que nuestra pareja tuviera alguna cualidad, o incluso nosotros mismos solemos ser muy autocríticos... pero la belleza de lo imperfecto es inimitable. Nunca lograrás una hermosa sonrisa natural de un niño al que le gritas, ni tampoco podrás ver brillar la belleza de tu madre si juzgas su vestido. Los seres humanos no somos perfectos, esa es la belleza de la vida.
Desconéctate.
Con el ajetreo de la vida moderna a veces es imposible dejar de lado las obligaciones, pero te prometo que, si todos se regalan su presencia y atención completa, valdrá mucho la pena el resultado. Planifica tu agenda para poder ausentarte del teléfono el tiempo que dure tu sesión, el trabajo puede esperar.
¿Qué me pongo?
Primero que nada, analiza la situación en la que se desarrollará la sesión. Si irás a un estudio con aire acondicionado, puedes darte el lujo de estrenar esos tacones, pero si la sesión será en una montaña, lo mejor es prepararse adecuadamente al clima y el entorno. ¿Tu sesión implicará la playa, nieve, el centro de tu ciudad o una caminata en un viñedo? Las opciones son infinitas, así que debes comunicarte con tu fotógrafo sobre todas las condiciones alrededor de la toma de tus fotos.
Algunos fotógrafos tienen normas más estrictas acerca del código de vestimenta y los colores que propondrán, otros simplemente te aconsejarán llevarte ropa cómoda. Mi opinión, mucho más allá de consejos de estilo, es que vistas algo que te haga sentir cómodo y a gusto contigo mismo. He visto a muchas niñas sufrir porque les obligaron a llevar un vestido y he visto como la gente se arrepiente de haberse puesto una camisa dos tallas más chica solo porque no tenían nada "elegante".
Para desenvolver tu personalidad e individualidad es vital que no te sientas apenado, que la ropa te permita sentarte, respirar. Tu fotógrafo ya sabe que no eres modelo, y nadie espera que te veas perfecto el 100% del tiempo. Elige la ropa pensando en tu felicidad.
Si la sesión es en pareja o con la familia, es encantador cuando se combinan, pero no te obsesiones con la idea. Sería genial que pudieras conseguir el mismo vestido para ti y para tus tres hijas, además de una corbata a juego para el perro... pero no siempre es posible, así que puedes jugar con colores complementarios, o incluso tonalidades del mismo color. Muchas familias resuelven esto simplemente llevando un accesorio a juego, unos lentes de sol, el mismo lápiz labial, sombreros a juego. El cielo es el límite.
Confía
El elegir bien quién será tu fotógrafo es vital para el desarrollo de tu sesión. Pide una llamada previa de ser necesario, despeja tus dudas y aclara tus miedos. Todo profesional respetable sabrá guiarte para crear un ambiente de confianza y autoestima. Recuerda que nos dedicamos a esto, es probable que ya hayamos visto tu dinámica familiar, que ya conozcamos tus miedos y sepamos cómo deshacernos de tu vergüenza. Habla con tu fotógrafo, cuéntale sobre ti y podrás crear una conexión mágica.
Puede que en un principio los servicios de un fotógrafo te parezcan caros, pero toma en cuenta que no solo le pagas para presionar un botón. Es un profesional de la imagen que, además de tomar fotos increíbles, creará en ti la confianza para mostrarte como eres, podrá de manifiesto el cariño, la lealtad, la pasión, la admiración y un montón de emociones increíbles para capturarlas en un instante.
Puede que en un principio los servicios de un fotógrafo te parezcan caros, pero toma en cuenta que no solo le pagas para presionar un botón.
Una de mis cosas favoritas al hacer fotografía es cuando puedo ver como, poco a poco, mis clientes van mostrándome esa alegría, ese amor y esas ganas de estar junto a su familia. Déjate llevar por la risa, la felicidad de estar vivos y ¡sonríe!
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